Colección: Isabel Allende

Isabel Allende Llona, escritora y periodista chilena, recibió, en medio de polémicas, el Premio Nacional de Literatura el año 2010; es reconocida mundialmente por su obra narrativa, la que ha sido traducida a más de treinta idiomas y ha vendido millones de copias en todo el mundo.

 

Nació el 2 de agosto de 1942 en la ciudad de Lima, Perú, del matrimonio de Francisca Llona Barros con el diplomático Tomás Allende Pesce, primo del expresidente Salvador Allende. A los tres años de edad, tras la separación de sus padres, regresó a Chile junto a su madre y hermanos; permaneció en el país hasta 1953, año en que se trasladaron a Bolivia primero y luego a Beirut, Líbano, junto al segundo marido de su madre, el diplomático Ramón Huidobro. Cinco años más tarde, en 1958, la joven Isabel volvió a establecerse en Chile, donde se inició en el mundo laboral trabajando para la FAO, organismo de las Naciones Unidas, y se casó con Miguel Frías, con quien tuvo dos hijos, Paula y Nicolás.

 

La relación de Isabel Allende con la escritura profesional comenzó en 1967, con su trabajo periodístico en la revista Paula. En esta publicación dirigida principalmente a mujeres formó parte del equipo editorial, redactó reportajes, realizó entrevistas y hasta tuvo su propia columna de humor, llamada "Los impertinentes". Durante esta época participó en televisión y en otros medios escritos como la revista infantil Mampato -la que dirigió entre los años 1973 y 1974- y escribió las obras de teatro El embajador (1971), La balada del medio pelo (1973) y La casa de los siete espejos (1975).

 

Instalada la dictadura militar en Chile, en 1975 Isabel Allende decidió abandonar el país junto a su familia rumbo a Venezuela, nación donde residió por trece años. Allí emprendió su carrera como novelista con la publicación de La casa de los espíritus en 1982. La positiva recepción y el éxito de ventas de su ópera prima prepararon el camino para sus dos siguientes novelas: De amor y de sombra (1984) y Eva Luna (1987), títulos que le granjearon una notable popularidad que trascendió rápidamente las fronteras latinoamericanas gracias a sucesivas reediciones y a la traducción de sus libros.